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La goleada que recibió el Puebla a manos del Guadalajara no solo caló hondo en el equipo y en la afición camotera, sino que también reflejó la pérdida de identidad y una crisis que, en teoría, aún está a tiempo de resolver.
Pareciera que tener la permanencia asegurada por un año más provocó que los poblanos perdieran esa mística que sorprendió a propios y extraños durante el Apertura 2015 e inicios del Clausura 2016; no obstante, hoy regresaron a su realidad, ya que suman cuatro puntos de 18 posibles en las últimas seis fechas.
El propio estratega de la “Franja”, Pablo Marini, fue claro en su conferencia de prensa posterior a la estrepitosa caída, y asumió la responsabilidad de plantear erróneamente el partido, exentando a sus jugadores.
"Creo que Chivas fue superior completamente a nosotros, deslindo absolutamente de esa responsabilidad a todos los jugadores, la responsabilidad absoluta de la derrota es mía, pensé que jugando con otro sistema íbamos a tener mayores llegadas y realmente perdimos toda la identidad que teníamos, de poder controlar el juego y de poder tener la posesión de balón que no tuvimos nunca", señaló.
Aunque Marini deslindó de toda responsabilidad a su plantel, los jugadores también tuvieron lo suyo: por momentos lucieron incómodos en la cancha, algunos corrían, otros caminaban, erraban en las salidas mostrando cierta displicencia en los pases que enviaban.
El zaguero Carlos Gutiérrez, que ha sido fundamental en el aparato del conjunto franjiazul, compartió la responsabilidad con el cuerpo técnico dejando en claro que cada elemento sabe “qué hizo bien y lo que no”.
“Tampoco hay que cargar al ‘profe’, nos pone él y nosotros tenemos que responder dentro del campo para jugar de la mejor manera, creo que el resultado va más para nosotros que para el ‘profe’”.
Aficionados, dolidos
En el mismo tenor y más allá de desilusionarse de la franja, su afición se dijo dolida por permitir la “invasión” chiva en el estadio Cuauhtémoc, así como la falta de compromiso de algunos jugadores que “no parecen estar cómodos en la institución”.
“La derrota, digamos, estaba dentro de los presupuestado, pero lo que duele es la falta de compromiso de algunos jugadores, las indisciplinas constantes le están afectado al equipo; Marini parece que ha perdido la brújula, obvio es ilógico cargarle toda la responsabilidad porque el torneo pasado lo amábamos, pero que Chivas te venga a ganar a tu casa como si estuviera en Guadalajara enoja más”, dijo Alejandro.
La crisis ha llevado al Puebla a una terapia intermedia, la falta de disciplina en los últimos dos juegos han sido su talón de Aquiles, pues para el cotejo contra el León el próximo sábado no contarán con Christian Campestrini, Patricio Araujo y Matías Alustiza, que fueron suspendidos, aunque el portero enfranjado cumplirá su segundo juego de castigo.
Esta alarmante pérdida de identidad podría agudizarse si no vencen a la fiera el próximo fin de semana, ya que harían prácticamente dos meses sin ganar.
La posibilidad de avanzar a la liguilla para la franja aún está latente, están a tres puntos del octavo lugar que es Guadalajara, al que aventajan por un punto en la tabla porcentual; sin embargo, deberá ganar sus próximos cuatro juegos si desea avanzar a la fiesta grande con los mismos puntos que consiguió el semestre anterior.
