"Los globeros somos parte de la historia de Puebla"

"Los globeros somos parte de la historia de Puebla"

Foto: Enfoque

Los globeros, además de ser parte del centro histórico de Puebla, son los responsables de un oficio tradicional que gusta a niños, jóvenes, adultos y que decora el paisaje, pues entre los árboles del zócalo se ven volar grandes bolas de colores. Esta tradición es algo a lo que todavía le quedan años de vida, afirmó un veterano vendedor de globos.

 

“La venta de globos en el zócalo es un oficio bonito y satisfactorio, es una tradición del centro de Puebla”, expresó Daniel Popoca Ochoa, un globero que heredó el oficio de su padre y que lo transmite a sus hijos. Tal como indicó Daniel, cada vez que un niño quiere un globo, se dirige al zócalo, pues “uno no piensa en comprar un globo en Angelópolis o Las Ánimas”, afirmó.

 

Los globeros son personas que se dedican a la venta de globos con forma de conocidos muñecos infantiles llenos de helio, algo que además de dar un característico y bonito color al centro poblano, forma parte del mismo, pues el oficio se ha convertido en tradición. “Somos parte de la historia de Puebla”, afirmó Daniel Popoca.

 

Con rotundidad negó que la venta de globos pueda desaparecer, pues es un trabajo hereditario, "para mí es como si se desapareciera Puebla”, señaló el globero.

 

Orgulloso de su trabajo, Daniel  lleva toda su vida dedicándose a la venta de globos. La mayor satisfacción es que con su  oficio ha sacado adelante a tres hijos y ocho nietos.

 

Además de lo anterior, destacó que los globos son reconocidos mundialmente y también son un centro de atención para los turistas y los fotógrafos, quienes quieren retratarlos habitualmente. El globero contó que en una ocasión un fotógrafo ganó un importante premio con una instantánea en la que él figuraba.

 

Con 200 globos volando desde su mano, Daniel señala que el precio es variable, pueden ir desde los 40 pesos hasta los 150. Con ventas variadas, los días fuertes son de viernes a domingo, que es cuando hay mayor tránsito en el zócalo. “Hay días que puedo vender toda la maleta y otros  me he ido con dos globos vendidos. El comercio tiene sus bajas y sus altas”. 

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