
A diferencia de otros años, el cine mexicano contemporáneo estrena (quizá para aprovechar esta temporada) una serie de propuestas relacionadas con el género “de espantos” y fenómenos extraños, en las que las dimensiones desconocidas, el sadismo, las leyendas mexicanas y los entes paranormales son el platillo principal.
Por ejemplo, las marquesinas de México recibieron hace un par de semanas a “Los parecidos”, filme de suspenso y ciencia ficción que rinde homenaje a las series antiguas de televisión, en las que una voz en off relataba casos extraños acontecidos en espacios aún más extraños y con personajes sumamente insólitos.
La peculiaridad de “Los Parecidos” es que el director, Isaac Ezban, usa un episodio trascendental de la historia mexicana (el 2 de octubre de 1968) para versar, mediante un argumento al estilo de “Los niños del maíz” o de las series de terror del cine B, sobre la homogenización de los mexicanos en el que “todo cambió para que todo siguiera igual”.
"Los parecidos" ganó el máximo premio otorgado por el Festival Mórbido 2015 y goza de un gran diseño de arte, acertado vestuario y sobresalientes actuaciones como la de Fernando Becerril, Humberto Busto o Gustavo Sánchez Parra.
Por otra parte, con “Luna de miel”, los cinéfilos podrán ser testigos del tránsito del director Diego Cohen a las películas gore, aquellas en las que los despellejamientos, las explosiones de sangre y el sadismo son las estrellas primordiales.
“Luna de miel”, recientemente estrenada en salas de Puebla, cuenta la historia de un hombre cuarentón obsesionado con su joven vecina, al grado de secuestrarla y torturarla para que se convierta en su “amorosa” esposa.
Asimismo, Videocine y la gente encargada de Ánimas Estudios hicieron debutar recientemente la cuarta entrega de la pandilla Caza-fantasmas, liderada por “Leo San Juan”, “Teodora” y “el Alebrije” mediante “La leyenda del chupacabras”.
Dicho filme se estrenó con un moderado éxito que le puede garantizar –muy probablemente- una quinta parte. Lo importante de esta franquicia es que a pesar de su humilde técnica de animación, logra rescatar y transmitir -a su modo- varios de los mitos o leyendas del imaginario colectivo mexicano como “la nahuala” en Puebla, “la llorona” en Xochimilco o “las momias" de Guanajuato.
Finalmente, y tras una década del lanzamiento de la primera parte, las pantallas grandes de la República estrenarán el 4 de noviembre la continuación de “Kilómetro 31”, ahora con un subtítulo añadido que lanza la advertencia de “Sin retorno”.
Lo poco que se sabe de la sinopsis de la película es que girará alrededor de una candidata a la presidencia de la República (cualquier semejanza con la realidad es pura coincidencia), que “en intentos desesperados por buscar a su hijo desaparecido, se encontrará en medio de situaciones paranormales”.
Los productores y director de “Kilómetro 31: sin retorno” prometieron a la audiencia más efectos visuales y mayor terror.