París.- Agentes de la policía francesa registraron esta mañana la sede de la empresa “Mutuelles de Bretagne” (Mutua de Bretaña) en la ciudad de Brest, norte de Francia, en el marco de la investigación judicial abierta contra el ministro de Cohesión, Richard Ferrand, por un escándalo de presunta corrupción.
De acuerdo a medios locales el registro fue realizado por la policía judicial de Rennes, norte del país, para confirmar o descartar las acusaciones que pesan por su gestión de la empresa hasta 2011 sobre el ministro, “mano derecha” durante la campaña electoral de abril y mayo del nuevo presidente galo, Emmanuel Macron.
La Fiscalía de Brest abrió la semana pasada una investigación por acusaciones de presunta corrupción contra el ministro francés Richard Ferrand, muy cercano al nuevo presidente galo.
En un comunicado, la fiscalía explicó que decidió abrir la investigación por “la publicación en la prensa” de informaciones “susceptibles de encausarle”.
“Esta investigación tendrá por fin que recoger cualquier elemento que permita un análisis completo de los hechos”, explicó en un boletín informativo el procurador Eric Mathais.
“Y buscar si estos son susceptibles o no de constituir una infracción penal en materia de bienes, faltas al deber de integridad y a las reglas específicas del código” de la Mutua, que Ferrand dirigió y por el que será investigado, precisó la fuente.
Según las fuentes, en ese periodo, concedió la renta de una sede de la empresa a una compañía dirigida por su esposa, en 2011. Además, mientras dirigía la mutua, esta concedió varios contratos más a su esposa.
Ferrand, muy cercano al presidente Macron y responsable de la selección de los candidatos a las elecciones legislativas del movimiento político del presidente, la "República en marcha", también está acusado de haber recibido dinero como consultor de su sucesora en la dirección de la empresa presuntamente a cambio de un empleo para su marido.
La semana pasada, Ferrand rechazó dimitir por el escándalo de corrupción en el que se haya implicado. En declaraciones a medios locales Ferrand dejó claro que no renunciará a su cargo y aseveró que es una persona “honesta”.
El primer ministro francés, Edouard Phillipe, afirmó que pese a las acusaciones mantenía la confianza en Ferrand que seguirá formando parte del ejecutivo a menos que sea inculpado.
De su lado, el presidente francés, Emmanuel Macron, dijo que la prensa no puede convertirse en “juez” en este tipo de casos, que ha manchado el inicio de su mandato de cinco años y amenaza con perjudicarle en las elecciones legislativas de este mes de junio.
