Más de 400 personas murieron en las protestas en Irak desde principios de octubre, declaró la enviada del secretario general de las Naciones Unidas en este país, Jeanine Hennis-Plasschaert.
"Desde principios de octubre más de 400 personas fueron asesinadas y más de 19.000 resultaron heridas", dijo Hennis-Plasschaert en una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU.
Los protestantes "pagan un precio inimaginable para que les hagan caso", apuntó.
Según los datos de la ONU, citados por Hennis-Plasschaert, las fuerzas de orden iraquíes siguen usando municiones contra los manifestantes y empleando sin razón el gas lacrimógeno que provoca lesiones o muertes.
"Los arrestos y las detenciones continúan al igual que los secuestros, las amenazas y las intimidaciones", denunció.
En su discurso Hennis-Plasschaert resaltó que es "importante garantizar los principales derechos humanos, en particular, el derecho a manifestaciones pacíficas y libertad de expresión" y llamó a llevar ante la justicia a todos los responsables de delitos.
Desde octubre, Bagdad y varias gobernaciones de Irak han sido escenario de protestas contra el desempleo, la corrupción y la ausencia de servicios básicos, motivos por los que los manifestantes exigen la dimisión del Gobierno iraquí.
El primer ministro de Irak, Adel Abdul Mahdi, anunció su dimisión el pasado viernes.
