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La industria automotriz mexicana sufre los efectos de la pandemia de un nuevo coronavirus, que la obligó a paralizar o reducir la actividad ante la falta de suministros provenientes de China, y por precaución sanitaria para sus trabajadores, dijo el presidente ejecutivo de Industria Nacional de Autopartes, Oscar Albín.
"En este momento es imprescindible más que nunca el poder fortalecer nuestras cadenas de suministros con fabricantes de la región, con fabricantes mexicanos", dijo el ingeniero Albín, al comentar la situación creada por la disminución de suministros chinos al proceso, ante la propagación del virus SARS-CoV-2 que causa la enfermedad COVID-19.
Las firmas estadounidenses General Motors, Ford Chrysler, las japonesas Honda y Toyota, y la alemana Audi hicieron anuncios separados de sus decisiones de paralizar sus plantas en México en forma temporal, mientras que la surcoreana Hyundai indicó que sus actividades sufrirán una disminución.
Productores como Audi reconocieron que en la decisión influye la falta de insumos provenientes de China, producto de las campañas de contención de la pandemia.
"Esta emergencia nos indica la necesidad de insistir en buscar la integración de las empresas de México, para buscar los suministros" de la cadena productiva global, dijo el líder de la asociación civil que aglutina al vital sector de las autopartes.
La región china de Wuhan, donde comenzó la pandemia del coronavirus que causa la infección respiratoria, es un importante centro de producción de la industria automotriz mundial.
Las plantas en el país asiático apenas han comenzado a reanudar actividades, paulatinamente, tras la emergencia que rompió un eslabón vital de una de las cadenas de producción más globalizadas, con tecnología de vanguardia.
En 2019 ese sector vivió una reducción del 7 por ciento en las ventas nacionales y del 3,4 por ciento en sus exportaciones, según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
México se convirtió en el principal socio de EU, relegando a China, en el marco de una guerra comercial de las dos potencias.
Audi, integrante del grupo alemán Volkswagen, anunció el miércoles que frenará su producción en México, desde el próximo lunes ante la falta de insumos en su planta del estado de Puebla.
"Tras hacer un profundo análisis de este momento inédito, Audi AG ha decidido frenar la producción en sus dos plantas de Alemania, así como en Bélgica, Hungría y México a partir del lunes 23 de marzo", dijo la firma en un comunicado del director, Alejandro Pliego.
La firma tomó esa decisión de parar la producción durante dos semanas "para garantizar la salud y seguridad de sus colaboradores y ante la insuficiencia de materiales para la producción" del nuevo modelo Audi Q5.
En 2018, México se ubicó como el sexto fabricante mundial de automóviles con 3,9 millones de vehículos.
Pero enfrenta ahora el desafío de una previsible disminución en los pedidos desde EU al que destina casi el 80 por ciento de su producción.
General Motors, el mayor constructor de vehículos en México (con casi 25% del total), también anunció la "suspensión sistemática y ordenada de sus operaciones de manufactura" hasta el 30 de marzo en todas sus plantas de Norteamérica.
Esta decisión alcanza además de las plantas en EU y Canadá, los cuatro centros de ensamblaje que tiene GM en el centro de este país, en cuatro ciudades: Toluca, Ramos Arizpe, Silao y San Luis Potosí.
Ford suspendió sus operaciones desde el jueves para "asegurarnos que nuestros empleados se sientan seguros en sus lugares de trabajo y protegerlos", señaló Ford Chrysler México.
Ese cuadro es una explicación para que los gobiernos de México y EU acordaran este viernes medidas para contener la propagación de la pandemia en la zona fronteriza, de casi 3,200 kilómetros, "sin afectar la actividad económica, el comercio, ni los movimientos logísticos".
