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Su pasión y entrega por el deporte es tan grande como sus ganas de ayudar. Un grupo de deportistas han dejado las canchas o pistas para acercarse a los lugares donde se necesitan manos para ayudar a los afectados por el coronavirus.
El argentino Sacha Casañas viajó a España con dos metas en la cabeza: jugar rugby de forma profesional y hacer prácticas para completar su carrera como médico. Ante la grave situación en aquel país, se alistó como voluntario y ahora presta sus servicios en el Hospital Clínico Universitario en la ciudad de Valladolid.
"Si uno estudia medicina, las razones para ofrecerse como voluntario son muchas. Para mí es una cuestión de vocación, de ayudar a pasar este momento. Los sistemas de salud están colapsados, los médicos están agotados. Habiendo estudiado ocho años, hay muchas cosas que puedo hacer para ayudar", dijo en entrevista al periódico La Nación, de Argentina.
Casañas pudo jugar en la Liga Profesional de Rugby en España, mientras hacía la residencia en traumatología, pero ahora está enlistado como voluntario y es uno de los encargados de recibir a los posibles contagiados.
Otra historia es la de Leopoldo Higa, también argentino que buscando el sueño del rugby, se instaló en Barcelona desde 1998, y tras lograr hacer carrera en el deporte, se retiró en 2011, aunque trabaja en el hospital Sant Pau desde 2005.
“Me gusta estar en primera línea en Urgencias. Es para lo que me formé, pero nunca esperé vivir esto, con un volumen de pacientes y una complejidad tan elevados”, destaca. Leopoldo incide en “la gran sintonía con el equipo de trabajo donde el de al lado te da fuerzas para atender a los pacientes sin perder la calidad asistencial”, comentó a Mundo Deportivo.
Damià Royo es asistente técnico los fines de semana de Einar Meyerson en el equipo sub 10 del Barcelona de hockey hielo, mientras que entre semana trabaja en la ciudad de Valencia a bordo de una ambulancia, pero ahora la labor de rescate y ayuda es su actividad las 24 horas.
“Tratamos a todos los pacientes como si fueran positivos (de Covid-19) en cualquier actuación, aunque sea un infarto. Hay mucha cautela en no contagiarnos. Por eso, no nos basta con la mascarilla normal. Estamos comprando y tuneando máscaras integrales de buceo con tubos añadidos para taparnos además pómulos y frente”, declaró también a Mundo Deportivo.
El último testimonio es el de Aleix Porras, atleta parte de la Selección del Barcelona, que con apenas 20 años, ha dejado atrás las pistas para ejercer como voluntario en la Cruz Roja, siendo su labor la de repartir comida a familias vulnerables.
