La UIF le sigue los pasos a la lideresa del PAN

La UIF le sigue los pasos a la lideresa del PAN

Genoveva Huerta está jugando con fuego, y no lo sabe.

 

Todos los frentes que tiene abiertos tienen un solo camino final: el origen de su dinero.

 

La confrontación con los panistas en Puebla se debe a que ha abusado de las prerrogativas de su instituto político.

 

Los militantes le señalan desfalcos y facturas falsas en la administración del partido.

 

Los dirigentes de Comités Municipales, que no forman parte de su grupo, se han quedado sin la minsitración de fondos.

 

Propiedades le han sido descubiertas.

 

Y los acuerdos con alcaldes que simpatizan con ella hacen sospechar que recibe apoyos económicos también de ellos.

 

De manera más reciente, el acuerdo con la familia Valencia Ávila en la Sierra Norte también hace posible la sospecha de que Huerta Villegas reciba recursos.

 

Así lo han denunciado panistas de la zona.

 

Si todos los caminos de Genoveva Huerta convergen en el dinero, ha cometido entonces un grave error.

 

Santiago Nieto, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, es amigo personal del gobernador Miguel Barbosa.

 

Se conocen desde hace años y el entonces Senador buscó que el grupo parlamentario del PRD le contratara como asesor.

 

Más aún, cuando el anterior régimen acusó a Santiago Nieto del delito “conflicto de interés”, fueron Barbosa Huerta y el propio Andrés Manuel López Obrador quienes salieron en su defensa.

 

El acercamiento de Nieto Castillo con el hoy gobernador proviene se dio a través de Raúl Plascencia, quien fue titular de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos entre 2009 y 2014.

 

Hoy Santiago Nieto es el brazo ejecutor de la venganza de la Cuatro Té contra el PRIAN.

 

Y Genoveva Huerta, si consideramos todos los frentes que tiene abiertos, es la presa perfecta para Santiago Nieto.

 

O la lideresa panista es aún más astuta en el manejo financiero que todos los auditores de la UIF, o no sabe ni en qué se metió.

 

Cuando vengan las casacas rojas, Huerta Villegas no tendrá a quién recurrir.

 

O tal vez considera que abogarán por ella Fernando Manzanilla o el propio Marko Cortés.

 

Es insensato pensar eso. Ambos saben que es pecado capital enfrentar a Santiago Nieto.

 

Solo a Genoveva se le ocurrió hacerlo.