El “teporocho” viene “hasta las manitas”: términos beodos muy mexicanos

El “teporocho” viene “hasta las manitas”: términos beodos muy mexicanos

Foto: Enfoque

México tiene una manera de expresarse muy peculiar, pues tenemos la costumbre de darle un sentido totalmente diferente a acciones y palabras, dependiendo del momento en que necesitemos dar a entender algo.

 

Hay algunas palabras que ocupamos para poder describir el estado de algunas personas, sobre todo de aquellos que han abusado del alcohol, colocando calificativos como el clásico “teporocho” o expresiones como que viene “hasta las manitas”.

 

Sin embargo, el origen de esta palabra y de esta frase viene de principios del siglo XX. Comencemos con el “teporocho”, como conocemos hoy en día a todas esas personas que se pasan la vida en estado etílico.

 

En los barrios de la CDMX existían en ese entonces personas que se la vivían tomando, algo así como los “escuadrones de la muerte” que conocemos hoy en día, por lo que los vendedores de té de esa época idearon una manera de vender su producto a estos “borrachines”.

 

El tenía un valor de 6 centavos; sin embargo, estaba la opción de un té con un poco de alcohol que tenía un precio de 8 centavos, por lo que las personas que gustaban de esta combinación llegaban a pedir un “té por ocho”.

 

Con el paso del tiempo se fue arraigando esta palabra y a las personas que gustaban de este tipo de té se les comenzó a llamar “teporocho”, expresión que usamos todavía en estos días.

 

La frase “hasta las manitas” también tiene su origen a principios del siglo XX, cuando eran comunes los establecimientos con venta de pulque. Las personas que gustaban de esta bebida la transportaban en bolsas de piel de chivo o cerdo.

 

Estas especies de bolsas eran llenadas a su máxima capacidad, es decir, “hasta las manitas”, lo que provocó que con el tiempo se le dijera esa frase a una persona que llegaba totalmente alcoholizada.

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