Los residentes de la parte occidental de Australia fueron testigos de una enorme bola de fuego que iluminó el cielo durante un prolongado tiempo, permitiendo captar impresionantes imágenes.
Uno de los testigos que no tardó en sacar su celular fue Mitch Brune, quien logró grabar un video de 17 segundos. Según este australiano, la duración total del fenómeno fue de unos 30 segundos.
Otro video fue grabado por una de las cámaras de un auto policial. En una publicación de Twitter, la Policía de la ciudad de Karratha escribió: "cuando te cruzas con un meteoro durante un patrullaje".
When you come across a meteor whilst on burglary patrols #fb pic.twitter.com/pr9nEJkN2z
— Karratha Police (@KarrathaPol) June 14, 2020
Sin embargo, a pesar de que hay varios videos de la caída de este objeto en el cielo nocturno, no se puede explicar de lo que se trata, destacan los científicos. Para estos casos, en Australia existe un sistema que consiste de 50 cámaras que cubren unos tres millones de kilómetros del cielo, desde Australia occidental hasta el sur del país.
Con ellas los astrónomos tienen la oportunidad de detectar todas las ocurrencias de meteoros y triangular la posición donde tendrían que caer sus restos en caso de que no se quemen por completo en el aire.
Sin embargo, dio la casualidad de que en esta región no hay cámaras, puesto que debido a la gran cantidad de minas que hay allí no se podrían encontrar los meteoritos. Por lo cual, solo queda adivinar si fue un meteoro o un meteoroide.
A pesar de que hubo rumores de que podía tratarse de basura espacial creada por los humanos, lo más probable es que este no sea el caso. Así, la astrónoma Renae Sayers, de la Universidad de Curtin, contó a la cadena ABC que a juzgar por las imágenes se trata de un objeto natural.
Lo que ocurre, es que la chatarra espacial suele desintegrarse en múltiples piezas a medida que se adentra en nuestra atmósfera. Mientras tanto, los meteoritos son más densos y vuelan en una pieza.
De hecho, Sayers está de acuerdo con algunos astrónomos, que consideran que este meteoroide incluso podría no haber llegado a penetrar la atmósfera y fue rebotado de vuelta al espacio.
Tampoco se puede decir nada concluyente sobre la composición de este objeto, puesto que el color del brillo normalmente es determinado por la capa de la atmósfera donde se encuentra y no por la materia que lo compone.
La astrónoma Eleanor Sansom, entrevistada por Science Alert, dijo que por su experiencia estima que este meteoroide tenía el tamaño de entre una pelota de baloncesto y una lavadora.
De acuerdo con ella, pudo ocurrir una de tres cosas: el objeto voló lo suficientemente rápido como para rebotar de vuelta al espacio, se quemó por completo en la atmósfera o lo hizo solo parcialmente en su camino a la superficie de la Tierra.
Al fin y al cabo, destaca la astrónoma, el hecho de que dejara de deslumbrar el cielo no quiere decir que se haya desintegrado por completo, ya que los objetos provenientes del espacio dejan de arder a una altitud de unos 30 kilómetros.