¡Neta!, no hay nada para nadie en la elección del 2021

¡Neta!, no hay nada para nadie en la elección del 2021

La elección del próximo año en Puebla capital depende fundamentalmente de dos elementos: la estrategia de movilización y la narrativa de contraste o regreso. Por supuesto que cada proceso electoral es multifactorial: por ejemplo, cuenta desde la personalidad del candidato que puede “caer mal” o “ser antipático”, hasta temas más profundos como la animadversión de los líderes de alguna colonia con el movilizador.

 

Las elecciones son multifactoriales, pero es posible categorizar en dos grandes bloques los temas torales, los que establecerán o no una campaña perdedora o ganadora y estos son la capacidad de hacer metodología para la movilización de los simpatizantes el día de la elección y la forma en contar por qué razón alguien debería darle el voto al candidato.

 

Y es ahí donde hay deficiencias de los partidos políticos que participarán en la contienda. En Acción Nacional hay un exceso de soberbia, están sobrados. La prueba de ello es la confrontación interna. En el PAN creen que ya están las diputaciones y presidencias en la bolsa debido al desempeño mal calificado de las administraciones municipales.

 

Pero la población es voluble. El mejor ejemplo es el caso de la encuesta que hoy ubica al gobernador Miguel Barbosa en el lugar 15 del ranking de gobernadores de Campaigns and Elections. El exitoso manejo de la pandemia le ayudó en términos numéricos.

 

Cierto, el PAN tiene una ventaja ligera en la capital, pero esto es sin el factor Andrés Manuel López Obrador.

 

Este martes dialogué con gente que conoció el estilo político de gobernar de López Obrador cuando fue Jefe de Gobierno. No solo confirman que su estrategia es siempre electoral, sino que además me advierten de que no dejará de operar el próximo año.

 

Así, lo que pudiera parecer un paseo en la Alameda, en realidad será una confrontación a muerte. Los escenarios de las diversas batallas estarán en las juntas auxiliares, colonias y barrios. Es ahí donde, si Morena llega a desarrollar una metodología de detección de lopezobradoristas y promoción del voto, la posibilidad de victoria del PAN se esfumaría.

 

En contraparte, aunque López Obrador mantiene niveles de aceptación por encima de otros presidentes, no necesariamente esta simpatía representa votos para Morena. Tienen que inducirse y promoverse.

 

En el PAN, confían en que los integrantes del partido marrón no saben ejecutar esta promoción y que además hay un rechazo a la figura del actual ayuntamiento de la capital, pero el mismo pronóstico halagador está presente en 2018.

 

Al final, si López Obrador descubre, establece e instruye una estrategia para que sus simpatizantes salgan a las calles y nuevamente voten en favor de Morena, el PAN tendrá un margen muy reducido de acción para ganar la elección.

 

Por eso creo firmemente que la elección del próximo año, hasta ahora, es de pronóstico reservado: los panistas traen metodología y el desgaste del ayuntamiento, aunque en contraparte no han sumado simpatizantes. Por otro lado, Morena cuenta con la fuerza del Estado, pero ignora la metodología para lograr que los simpatizantes de Andrés Manuel salgan a votar.

 

No hay nada para nadie, aunque muchos crean que ya es así. En tiempos de incertidumbre lo mejor es la templanza.