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Este lunes ha sido uno de los más trascendentes en cuanto a suspenso político en la historia del país. No solo la elección del próximo año ha tenido un viraje, también el ascenso del nuevo presidente de la república en 2024 depende del evento que hoy quedó aplazado. Los militantes de Morena y la oposición están en vilo ante un escenario sin precedentes.
La noche de este domingo, el aspirante a presidente de Morena, el diputado Mario Delgado, filtró la sentencia del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación que sería sometida a votación esta tarde. El documento plantea mantener a la actual dirigencia nacional del partido a cargo de Alfonso Ramírez, suspendiendo la elección del nuevo líder por vía de encuesta.
La sesión había sido convocada a las 13:00 horas de este lunes, pero fue suspendida hasta nuevo aviso. Durante toda la mañana, los aspirantes Mario Delgado y Porfirio Muñoz Ledo acusaron al tribunal por esta inconsistente acción, pues apenas el 25 de septiembre los magistrados habían determinado una encuesta para elegir al próximo líder del Partido Morena.
La ola de declaraciones tuvo eco: el tribunal suspendió la sesión. En redes sociales, los opositores al presidente de diversos partidos acusan que los magistrados atenderán lo que el mandatario federal decida “tal y como ocurrió con la Suprema Corte de Justicia de la Nación”, tuiteó el perredista Fernando Belauzarán.
En los reclamos esgrimidos por Delgado y Muñoz Ledo, se advierte desconcierto y reclamos a quien esté detrás de esta modificación.
Mario Delgado tuiteó: “La actual dirigencia de Morena es la que ha estado interponiendo recursos con el objeto de tirar el proceso de la encuesta que está en marcha. La opinión sobre esta dirigencia ya la dijo el presidente, ‘mucho pueblo para tan poco dirigente’”.
Con mayor estridencia, Porfirio Muñoz Ledo señaló que esta decisión del Tribunal es un “atropello a la democracia mexicana. Un Tribunal corrupto que ordenó inconstitucionalmente violar los estatutos de Morena, ahora se retracta de un proceso que está por terminar y propone otro para después de las elecciones”.
La causa de la molestia es clara. El veterano legislador es la propuesta del grupo de Bertha Luján y Alfonso Ramírez Cuéllar luego de que la morenista quedó fuera de la contienda. Sin embargo, fue el propio Ramírez quien tramitó la inconformidad ante los magistrados electorales para mantenerse en el cargo.
Diversos medios de comunicación han señalado que Julio Scherer Ibarra, consejero jurídico de Andrés Manuel López Obrador, es el cabildero detrás de esta nueva maniobra del Tribunal Electoral. Hay un elemento que confirmaría la intervención del presidente Andrés Manuel López Obrador en esta decisión: la declaración del tabasqueño en la conferencia mañanera de la semana pasada.
Dijo entonces que él tenía confianza en Scherer y que no debía utilizarse su nombre. De haber un castigo al consejero jurídico, se confirmaría que el hijo del fundador de la revista Proceso actuó sin el consentimiento del mandatario federal, pero si no hay sanción contra él la operación sería entonces totalmente del presidente.
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Sobre este hecho, el perredista Fernando Belauzarán, uno de los críticos del presidente, publicó una teoría: “Por complacer a Andrés Manuel López Obrador, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ordenó una encuesta para que Morena eligiera dirigencia, aunque eso no está en sus estatutos. Como Porfirio Muñoz Ledo va adelante de Mario Delgado, se contaminó la sucesión y a AMLO ya no le gustó. El ridículo es de Felipe Fuentes Barrera (magistrado) por obediente”.
En esta teoría, Muñoz Ledo sería el verdadero problema que López Obrador advirtió, pues este político le ha confrontado diversas ocasiones aun como aliado. De cualquier forma, la caída de Mario Delgado representa el retroceso de Marcelo Ebrard en la carrera presidencial.
En lo inmediato, los aspirantes a candidatos en 2021 que simpatizaban con el proyecto de Delgado en todo el país serán relegados, pues el comportamiento recurrente de los duros de Morena (Ramírez Cuéllar-Luján) es el de cerrarle espacios a los aspirantes que no comulguen con su corriente.
El destino de Scherer revelará si esta operación que deja en evidencia al Tribunal como una oficina más del Gobierno Federal en realidad fue orquestada por López Obrador o sus seguidores han comenzado a operar a espalda suya.
