Cuba siempre ha sido calificada como una isla donde no se pueden presentar avances ni se tienen los argumentos para ser considerada como un país con innovaciones que sirvan a la humanidad en tiempos complicados como los que vivimos.
Pese a esta mala fama, Cuba está poniendo ejemplo entre los países centroamericanos y caribeños al desarrollar dos vacunas contra el COVID-19, que ya han comenzado su etapa de pruebas de manera muy exitosa.