
España estudiará el establecimiento de toques de queda como herramienta para contener los contagios por coronavirus, aunque el Gobierno advierte que no adoptará medidas de este calibre si no cuenta con apoyo entre la oposición.
"La posibilidad del toque de queda debemos estudiarla y valorarla", dijo en rueda de prensa el ministro de Sanidad, Salvador Illa.
La opción de los toques de queda saltó este martes al debate público en España, después de que las autoridades de la Comunidad de Madrid lo plantearan como vía para seguir restringiendo la movilidad una vez decaiga el estado de alarma declarado en la región.
En opinión del Gobierno, una restricción de este calibre solo se puede establecer en el marco de un nuevo estado de alarma, lo que arroja sombras sobre su viabilidad, ya que esta herramienta se encuentra en el centro de la batalla política desde hace meses.
El Gobierno tiene la potestad para declarar un estado de alarma, pero necesita el apoyo de la mayoría del Congreso de los Diputados si quiere alargarlo por más de 15 días.
La falta de apoyos parlamentarios aceleró el proceso de desescalada del confinamiento el pasado mes de junio y, actualmente, el Gobierno ni siquiera pedirá al Parlamento una prórroga del estado de alarma declarado de forma especial en Madrid.
Por ello, el ministro de Sanidad avanzó que el Gobierno no se aventurará a declarar toques de queda si no cuenta con un apoyo político amplio.
"Si esta medida prospera tiene que ser con la certeza de que tiene los apoyos necesarios por si fuera necesario extenderla por más de 15 días", señaló Salvador Illa.
Del mismo modo, el Gobierno espera poder coordinar cualquier medida con las distintas comunidades autónomas para evitar enfrentamientos institucionales como el que mantiene abierto con las autoridades de Madrid.
"Quiero saber quién estaría dispuesto a apoyar un estado de alarma", insistió Illa.