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Al final de la década de los sesenta hubo un equipo de futbol quel no cobraba por jugar en la Tercera División del futbol mexicano, su nombre era Carolino de la UAP (Universidad Autónoma de Puebla), y pese a tener una vida corta de cuatro años, dejó una huella que marcó la pauta de lo que llegó a ser un equipo de Primera División casi 50 años después con Lobos BUAP.
Carolinos fue el primer antecedente de un equipo universitario en Puebla al ser creado en el año de 1967, teniendo como principal referencia a los Pumas y Tigres, clubes que empezaban recién a marcar una historia con base a sus grandes instituciones educativas como la UNAM y la UANL, respectivamente, posterior se sumaría la U de G en Guadalajara para principios de los 70s.
Hasta hoy en día, Carolinos de la UAP es la única escuadra que por decisión propia no cobraba por jugar, solo lo hacía por amor al futbol y la camiseta.
Hablando de futbol, el conjunto poblano hizo su debut en contra del equipo de Aguascalientes empatando a cero goles en aquella ocasión; posteriormente, logró no solo marcar su primer gol sino que también llevarse su primera victoria como local en el estadio Ignacio Zaragoza cuando enfrentaron al club Chalco. Julio Fernando Álvarez fue el artífice del único tanto del encuentro.
Aunque su paso resulto ser breve en el balompié mexicano, fue suficiente para dejar un récord que ni Lobos, Puebla y Ángeles han podido romper, y es el de la mayor goleada de un equipo poblano registrada en 1969 cuando doblegaron al conjunto de Aguascalientes por marcador de 8-2.
Además, el cuadro universitario pudo presumir que su primer encuentro internacional que sostuvo fue en contra de la selección de Bélgica en modo de preparación para el Mundial de 1970 en tierras mexicanas, terminando aquel partido con una derrota de 2-0 para los universitarios.
Antes de su desaparición por algunos cambios en la directiva, los Carolinos lograron coronarse campeones del torneo amistoso “Ciudades Hermanas”, donde equipos como Tuzos, Club Puebla y UAEH participaron, quedando la UAP campeón tras ganar por la mínima a la universidad de Hidalgo.
Las malas administraciones hicieron de Carolinos un equipo desafiliado que dejó buenos futbolistas en el Puebla, como fue el caso de Gervasio Quiroz, recordado por los camoteros por aquel gol anotado para el ascenso a primera división en 1970. Posterior a su desaparición, la máxima casa de estudios no tuvo otro representativo hasta 1996, pero ahora sería bajo el nombre de Lobos BUAP, que surgió debido a la mascota de la universidad, y si bien hoy ese equipo no figura en ninguna competencia, su retorno es muy posible aunque en una liga que no está afiliada a la Liga MX, incursionando posiblemente en la polémica y criticada Liga de Expansión.
