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Los marineros del pesquero ruso Onega, que naufragó el 28 de diciembre, pueden estar dentro del barco a una profundidad de unos 130 metros, comunicó a Sputnik un representante del servicio de Emergencias.
"El barco hundido está a una profundidad de 130 metros. Lo más probable es que la mayoría de las 17 personas estén en el barco naufragado", dijo el portavoz.
Está previsto enviar desde Múrmansk un vehículo submarino de aguas profundas al lugar del accidente que es capaz de operar a profundidades de hasta 350 metros, añadió la fuente.
La hora estimada de llegada es la mañana del 31 de diciembre.
El barco pesquero Onega, matriculado en el puerto ruso de Múrmansk, se hundió el 28 de diciembre cerca del archipiélago de Nueva Zembla, según los datos preliminares, a causa del congelamiento.
De los 19 tripulantes a bordo, dos fueron rescatados el lunes 28 de diciembre. Los restantes 17 náufragos se dan por desaparecidos, si bien hay pocas esperanzas de hallarlos con vida en las aguas gélidas del Ártico.
Según las primeras hipótesis, el siniestro fue resultado de condiciones climáticas adversas e incumplimiento de las medidas de seguridad. El propietario del Onega sostiene que el arrastrero no tenía defectos previos a la última faena.
Según el sitio web VesselFinder, el buque pesquero Onega, de 39 metros de eslora y 7 de manga, fue construido en 1979 y navegaba bajo la bandera de Rusia.
De acuerdo con el portal Marine Traffic, la última vez que el barco estuvo en Múrmansk fue el 11 de diciembre. El 14 de diciembre Onega zarpó del puerto noruego de Kirkenes.
