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Con operativos, personal de la Policía Estatal, Secretaría de Gobernación, de Salud y del Sistema Federal de Salud, llevaron a cabo el decomiso de pruebas para detectar COVID-19 que se vendían sin ningún permiso en la vía pública.
La tarde de este lunes y después de varias denuncias en redes sociales, donde se daba a conocer la comercialización de estas pruebas rápidas en un negocio ambulante instalado en la colonia Ladrillera de Benítez, en la ciudad de Puebla, tuvo lugar el primer operativo.
Fueron autoridades sanitarias con apoyo de la Policía Estatal, las que llegaron hasta la calle 33 Oriente y Bulevar Mártires del 2 de Octubre, atrás de Plaza Dorada, para hacer una revisión a este negocio informal.
El negocio, a cargo de una familia, vendía desde un vehículo particular modelo Volkswagen Pointer, artículos como cubrebocas, oxímetros, gel antibacterial y las llamadas pruebas rápidas para la detección del COVID-19.
Además de explotar la vía pública y no poder comprobar la procedencia de la mercancía, representantes del Sistema Federal de Salud y de la Secretaría de Salud indicaron que las pruebas no estaban reguladas para su comercialización.
Aunque en un principio se planeaba hacer el aseguramiento de todo el vehículo, finalmente las autoridades sanitarias se retiraron solamente con las pruebas rápidas a modo de embargo, por no contar con permisos ni regulación para venta.
Las mismas autoridades efectuaron otros operativos en negocios y puestos semifijos de la ciudad, donde se vendían este tipo de pruebas y artículos médicos.
