Los carnavales pierden otra batalla ante la pandemia

Los carnavales pierden otra batalla ante la pandemia

Por segundo año consecutivo, Venecia anunció la suspensión de su carnaval a raíz de la pandemia del coronavirus. El jueves 21 se canceló el carnaval más famoso del mundo, el de Río de Janeiro, que había sido inicialmente pospuesto de febrero para julio.

 

Varias ciudades toman la misma decisión ante la crisis sanitaria: Barranquilla en Colombia, Cajamarca en Perú, o Cádiz y Tenerife, en España.

 

Esto implica detener la actividad de decenas de miles de personas que dependen de estas celebraciones para obtener ingresos.

 

En la víspera se debería haber inaugurado el carnaval de Montevideo (Uruguay), al que se le adjudica ser el más largo del mundo por durar 40 días. En noviembre la nueva intendenta de la capital del país sudamericano, Carolina Cosse, lo suspendió y esta semana anunció un subsidio de 240 dólares por única vez.

 

Serán beneficiarios todos los artistas, técnicos y ayudantes que fueron finalistas en el concurso del año 2020 y quienes darían la prueba para participar del actual.

 

En Órbita conversó con Eduardo Da Luz, presidente del Sindicato Único de Carnavaleros del Uruguay (SUCAU), que había solicitado este apoyo económico.

 

"Era muy difícil que se pudiera realizar [el carnaval]. El problema era ver qué pasaba con toda esa gente que contaba con ese dinero. La intendencia local cuenta con una partida fija para eventos como este", indicó.

 

Da Luz reconoció que esta medida de las autoridades "no es un sustento, pero alivia la economía de muchas personas".

 

En el carnaval de Montevideo, entre 15,000 y 20,000 personas integran los conjuntos que recorren todas las noches los escenarios barriales (tablados). Además participan del concurso oficial que se realiza en un teatro a cielo abierto ubicado sobre la costa, que es transmitido por televisión e internet.

 

Como en Venecia, Río de Janeiro y otras tantas ciudades, los directores de conjuntos invierten miles de dólares para contratar a los mejores artistas, crear vestuarios y escenografías.

 

"Apenas termina el carnaval, los conjuntos ya comienzan a preparar el próximo", dijo el cantautor y presidente de SUCAU". Esta situación también se vive en la gran mayoría de los carnavales de todo el mundo.

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