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La ciudad brasileña de Río de Janeiro (sureste) decidió endurecer las restricciones para contener la propagación del nuevo coronavirus, y entre las nuevas medidas hay un toque de queda nocturno, según consta en la edición de este jueves del Diario Oficial de la alcaldía.
De esta forma, el ayuntamiento determinó que "queda prohibida la permanencia de individuos en las calles, áreas y plazas públicas del municipio entre las 23:00 y las 5:00 (hora local, 3:00 y 8:00, GMT)".
También se prohíbe el funcionamiento de los bares en las playas, discotecas y casas de espectáculos, así como mercadillos de artesanía y todo tipo de eventos o fiestas en áreas públicas y privadas.
Además, los bares deberán funcionar al 40 por ciento de su ocupación máxima, y tendrán que cerrar sus puertas a las 17 horas.
Río de Janeiro se encuentra, de momento, en una situación menos grave que otras ciudades, pero el alcalde Eduardo Paes aseguró este jueves en rueda de prensa que la ciudad "no es una isla" y que las medidas intentan prevenir un escenario peor.
"El objetivo de estas medidas es hacer un seguimiento con criterio, precisamente para evitar un "lockdown" (cierre total de la actividad); todo lo que no quiero es tener que cerrar la ciudad entera", aseguró el alcalde.
Las medidas, que entran en vigor este viernes y de momento durarán hasta el 11 de este mes, se dan en medio de un aumento de los contagios en todo el país y del colapso del sistema hospitalario de varios estados.
