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Es "extremadamente improbable" que el nuevo coronavirus se filtrase desde un laboratorio chino, aseguró la viróloga holandesa Marion Koopmans, que participó en la misión de la Organización Mundial de la Salud (OMS) a la ciudad central china de Wuhan para investigar el origen de la COVID-19.
El equipo de expertos de la OMS completó a comienzos de este año la misión, que lo llevó 28 días a Wuhan para estudiar el origen del virus causante de la pandemia de COVID-19.
Tras visitar tres laboratorios en la ciudad, entre ellos uno que está próximo al mercado de mariscos de Huanan y el Instituto de Virología de Wuhan, y discutir sus programas de investigación, la forma de trabajo y los controles de salud del personal, concluyeron que "es extremadamente improbable que hubiese una incidencia de laboratorio", explicó Koopmans el miércoles en un seminario web publicado en la web de Chatham House, un instituto sobre política con sede en Londres.
"No podemos trabajar sobre la base de especulaciones; trabajamos sobre la base de las observaciones que tenemos", afirmó, echando así por tierra las teorías que hablan de eventuales filtraciones desde un laboratorio y abogando por un enfoque científico.
La viróloga detalló además que el equipo no descarta totalmente la posibilidad de que el coronavirus se propagase al envasar alimentos congelados.
