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China tiene un plan para salvar al planeta de la amenaza de asteroides de gran tamaño capaces de borrar ciudades enteras; se trata de los cohetes de fabricación nacional Larga Marcha 5, pues aunque no hay amenazas contundentes, se puede cambiar el rumbo de los potencialmente peligrosos objetos rocosos que se acerquen a la Tierra.
De acuerdo con un nuevo estudio de científicos chinos, publicado a finales de junio en la versión en línea de la revista Icarus, el cohete puede ser lanzado al meteorito para desviar su rumbo, para lo cual se requieren grandes cantidades de energía cinética, Sin embargo, la explosión tras su impacto podría descomponer el blanco en varios fragmentos peligrosos que, de alcanzar la Tierra, podrían causar daños.
Pero todo está planeado, ya que los cohetes Larga Marcha 5 pesan casi 900 toneladas cada uno durante el despegue, tienen deflectores instalados en la parte superior, que son unos dispositivos diseñados para evitar la fragmentación del asteroide, y así desviar el blanco cambiando su trayectoria de vuelo. Según el estudio, China propone lanzar 23 cohetes al espacio.
Para llevar a cabo esta tarea, los científicos tomaron como referencia el asteroide Bennu, de 490 metros de diámetro, tan alto como el rascacielos neoyorquino Empire State, el cual podría provocar consecuencias desastrosas. Sin embargo, tiene un 0,037 % de probabilidad de impactar contra la Tierra entre los años 2175 y 2199.
La NASA, por su parte, planteó una idea similar en 2018, y tomaron como referencia el escenario del lanzamiento de cohetes 10 años antes del potencial impacto, para lo cual se necesitarían entre 34 y 53 cohetes Delta IV, y en el caso de aumentar ese plazo hasta 25 años, podría limitarse a entre 7 y 11 lanzamientos.
No obstante, otro estudio de científicos chinos afirma que desviar un asteroide como Bennu presupondría el lanzamiento de 75 cohetes Delta IV con 10 años de antelación, mucho más que los 23 cohetes chinos Larga Marcha 5 necesarios para lo mismo.
