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Al fútbol mexicano le tira el futbolista español. Desde tiempos inmemoriales, cuando la Guerra Civil española abrió la senda para que los jugadores nacidos en la península ibérica consideraran el fútbol azteca como una estación en sus carreras, fueron muchos los que resolvieron cruzar el charco para probar suerte entre Texas y Yucatán.
Y cabe decir que no se trata de jugadores del montón, sino incluso emblemas del Real Madrid y del FC Barcelona que no titubearon en probarse en el siempre competitivo fútbol mexicano. Probablemente los nombres más fáciles de recordar son los de Emilio Butragueño y Pep Guardiola, longevos capitanes de los dos grandes clubes españoles. Pero no son los únicos, ya que el once ideal que se podría dibujar desafiaría a cualquier equipo del mundo.
Talento español al servicio del futbol mexicano
Es evidente que ha habido pocos jugadores más dotados que Butragueño y Guardiola. El primero, santo y seña del Real Madrid y líder espiritual del único equipo capaz de enlazar cinco títulos de LaLiga Santander de forma consecutiva. Logró consagrarse como uno de los máximos goleadores históricos de Atlético Celaya. El segundo, discípulo aventajado de Johan Cruyff y cerebro del FC Barcelona, que tocó el cielo ganando la Copa de Europa de 1992. Dio sus últimos pases como profesional en Dorados de Sinaloa. Ambos aúnan la técnica, la visión y el oportunismo que se le presupone a cualquier equipo realmente competitivo, pero el legado del fútbol español en México va mucho más allá de estas dos primeras espadas.
Porque el frente de ataque se completaría con un ganador de la Champions League y ahora Embajador de LaLiga como Luis García Sanz, ex de Puebla y Pumas. A su lado podría estar otro miembro destacadísimo de la Quinta del Buitre como Míchel González, que coincidió con Butragueño en el Atlético Celaya. También Carlos Muñoz, uno de los máximos artilleros de un club histórico como el Real Oviedo. Sin olvidar a José Mari Bakero, otra vieja gloria barcelonista que acabó sus días como profesional en Veracruz. presentaría un centro del campo con clarísima vocación ofensiva. Seis jugadores que, en su mejor momento, harían temer a la defensa más férrea.
Una defensa con auténtica vocación ofensiva
Si algo le gusta al futbolista español es atacar y ello se notaría también en la defensa, donde el ex de Santos Laguna, Universidad de Guadalajara, Cruz Azul y Tampico Madero, Marc Crosas, marcaría el paso en el eje de la zaga aun siendo centrocampista. Le acompañaría Alejandro Arribas, antiguo jefe de la defensa de UNAM. Mientras que como carrileros podrían figurar otro ex barcelonista como Mario Álvarez, que cerró su carrera en Atlético de San Luis, y el ex de Cruz Azul, Édgar Méndez.
Serían ellos los encargados de guarecer el marco defendido por Axel Werner. De acuerdo, el actual arquero de Atlético San Luis no tiene pasaporte español sino argentino, pero valga su paso por el Atlético de Madrid y el SD Huesca para ejercer de representante de LaLiga Santander en tan especial once ideal.
Paco Jémez al timón y Raúl Tamudo en el banquillo
Está claro que un once tan marcadamente atacante sería como un caramelo para el ex preparador de Veracruz, Paco Jémez, un técnico de innegociable vocación ofensiva, tal y como ha demostrado en todos y cada uno de los equipos que ha dirigido. Ni duda cabe de que tendría un banquillo que le aseguraría poder realizar rotaciones sin perder un ápice de pólvora gracias a la presencia de Raúl Tamudo, el mayor artillero de la historia del RCD Espanyol, que también goleó para Pachuca.
Le acompañarían los centrocampistas Valdo (Atlante), Miguel Pardeza (Puebla) y Abraham González (Pumas), además de los delanteros Isidro Lángara (RC España) y el antiguo socio de Tamudo en el Espanyol, Luis García Fernández (Tigres). Todos ellos conformarían un equipo de futbolistas españoles en el campeonato mexicano capaz de desafiar a cualquiera.
