Mañana Inglaterra celebrará su “Freedom Day” (Día de la Libertad) en contra del COVID-19, el cual supone el fin de las restricciones, no más mascarillas obligatorias y no poder abrazar a los amigos. Sin embargo, ante el incremento de contagios por la variante Delta varios sectores del país europeo llaman a la prudencia.
El gobierno inglés decidió ordenar la reapertura total apoyándose en su exitosa campaña de vacunación, pues dos tercios de los 55 millones de adultos recibieron dos dosis y el antígeno se ha mostrado eficaz contra los grandes registros de hospitalizaciones y muertes.
Inglaterra es uno de los países europeos más afectados por el coronavirus, con 128,500 muertos, además su economía fue golpeada por los sucesivos confinamientos con una caída de casi 10 % del PIB en 2020. Por ello, en la última etapa del desconfinamiento, iniciado en marzo, se levantará la consigna del trabajo a distancia, podrán reabrir los locales nocturnos, y los teatros y estadios recibirán aforo completo.
Además, las mascarillas en lugares cerrados no serán obligatorias y no habrá más distanciamiento social, decisiones muy criticadas ante los nuevos casos de infecciones por la variante Delta del coronavirus, que rondan los 50,000 al día y amenaza con llegar a 100,000 este verano.
No obstante, la sociedad inglesa espera con optimismo el “Freedom Day”, aunque las autoridades emitieron un mensaje de moderación. “Es absolutamente vital que procedamos ahora con prudencia. No podemos volver instantáneamente desde el lunes 19 de julio a la vida anterior al COVID”, dijo el primer ministro Boris Johnson, y puntualizó que se pasa de la imposición legal a la responsabilidad personal.
Con gran parte de la población vacunada, se instará a los clubes nocturnos a pedir una prueba de inmunización o un test negativo para ingresar, y se aconseja a la población llevar mascarillas en lugares concurridos. Aunque esta medida suscitará confusión entre la sociedad, ya que no en todos los puntos del Reino Unido aplicarán las mismas recomendaciones, ya que el alcalde de Londres, Sadiq Khan, decidió imponer su uso en los metros y autobuses de la ciudad.
Además, Reino Unido conservará las restricciones a los viajes internacionales, por lo cual los ciudadanos británicos o residentes legales podrán llegar desde los países de la denominada “lista roja”, que incluye a Sudamérica, Panamá, Costa Rica, República Dominicana y desde el lunes a Cuba. Tras arriban deben aislarse durante 10 días en hoteles específicos pagando 1,750 libras por persona.
Sin embargo, los ciudadanos que lleguen desde la “lista ambar”, donde figuran España y casi toda Europa, podrán escapar a la cuarentena en el hogar si recibieron las dos inyecciones necesarias en el marco de la campaña de vacunación británica.