
Mucha polémica ha generado la “carta responsiva” emitida por la Secretaría de Educación Pública (SEP) a nivel federal, que se coloca como uno de los requisitos que deben cumplir los padres de familia para el regreso a clases de manera presencial.
El próximo 31 de agosto regresarán a clases presenciales más de 30 millones de estudiantes mexicanos de todos los niveles educativos, luego de más de un año de clases virtuales. No obstante, cabe destacar que el regreso a las aulas será voluntario.
De esta manera, los padres de familia que decidan enviar a sus hijos de regreso a las escuelas deberán llenar y firmar una “carta responsiva”, que palabras más, palabras menos, señala que el paterfamilia se deberá hacer responsable de algunos temas en los que debería tomar control la misma SEP.
Los padres de familia deberán comprometerse a vigilar posibles síntomas de COVID-19 de sus hijos, hacer filtros sanitarios, y procurar por completo las medidas de sanidad, algo que no sería criticable si es que la SEP no diera a notar que esta dependencia se lavará las manos ante posibles contagios.
Y es que sin duda la responsabilidad debe ser compartida tanto por padres de familia como por autoridades de la SEP, pues a final de cuentas el regreso presencial a clases en plena tercera ola de contagios representa una necedad por parte del Gobierno Federal.
Aquí la cuestión radica en qué se compromete la SEP en este regreso a clases presenciales, pues parece que dejará todo en manos de padres de familia y escuelas, que en su mayoría no están preparadas al 100 % para recibir a los alumnos.
El compromiso de los padres de familia ha quedado de manifiesto, pues muchos han emprendido jornadas de limpieza para que las escuelas estén en condiciones sanitarias adecuadas para el regreso a clases, algo en lo que por supuesto no ha participado la SEP.
Ante este escenario, las autoridades educativas también deberían tomar una responsabilidad importante en este regreso de clases, que se debería reflejar en garantizar la limpieza de escuelas y dotar de insumos suficientes para cuidar la salud de los alumnos.
El pasado viernes, profesores miembros de Maestros por México alertaron que no existe un plan bien definido por parte de la SEP para el regreso a clases, pues desconocen totalmente la situación real de las escuelas de México.
Situaciones como inmuebles escolares vandalizados, escuelas sin el servicio de agua potable, sin artículos de limpieza y sin las condiciones adecuadas para recibir a los estudiantes son pasadas por alto por la SEP, que parece querer lavarse las manos ante brotes de COVID-19, lo que luce como inminente.