
El 7 de septiembre de 2017, el sureste mexicano fue sacudido por un fuerte movimiento telúrico hoy conocido como Terremoto de Chiapas, que tuvo una intensidad de 8.2 grados en la escala Richter y tuvo una duración de eternos dos minutos.
El reloj marcaba las 23:49 cuando el suelo comenzó a moverse de manera extrema, siendo perceptible este movimiento generado en el Golfo de Tehuantepec en los estados de Chiapas, Oaxaca, Tabasco, Puebla, CDMX en incluso en Guatemala y El Salvador.