Autoridades chinas alertan que un brote de COVID-19 ha generado "una situación grave y compleja" en el país, pues ya se ha extendido, al menos, a 14 provincias, y los hospitales registran "alta proporción de casos graves", además, el “40% de los infectados corresponden a personas adultas mayores.
De acuerdo con Mi Feng, portavoz de la Comisión de Sanidad china, citado por EFE, en el país las autoridades tenían contabilizados 814 casos de COVID activos, 33 de ellos están clasificados como "graves".
Feng declaró que "la situación epidémica se está desarrollando rápidamente"; sin embargo, afirmó que algunos de los lugares más afectados por el actual rebrote, como la ciudad de Ejin, en Mongolia Interior, han controlado "el avance" del virus.
Asimismo, la Comisión de Sanidad detalló que el porcentaje de infectados son personas adultas mayores de 60 años, que "supera el 40%". Antes del rebrote, el porcentaje de personas mayores entre los contagiados era de 18%.
Para contener este rebrote, las autoridades locales implementaron las medidas sanitarias que habían dejado atrás, como limitación de la movilidad entre ciudades, recomendaron a la población que no salga de sus casas y también llevan a cabo tests masivos de COVID-19.
La nueva ola de contagios inició a mediados de octubre tras el viaje de un grupo de jubilados a zonas turísticas de las provincias de Gansu (centro-norte), Mongolia Interior (norte) y Shaanxi (centro). Según las autoridades sanitarias, los casos son generados por la variante delta.
Cifras oficiales refieren que 1.070 millones de chinos ya recibieron la pauta completa de vacunación —entre una población total de 1.411 millones—; no obstante, las autoridades chinas mantienen su política de tolerancia cero contra el COVID-19.
Hasta el momento, tres ciudades impusieron un confinamiento entre la población: Lanzhou (centro), Ejin (norte) y Heihe (norte); de esta última, limítrofe con Rusia, Wu Liangyou, del Centro de Control de Enfermedades, dijo que los casos "no están relacionados con el rebrote en Gansu y Mongolia Interior" y tiene su origen "en casos importados del extranjero". China no ha reportado ninguna muerte por el patógeno desde enero de este año.
