
Durante los dos últimos años, un “coctel tóxico invisible" de decenas de nuevos contaminantes fue identificado en el sistema de agua potable de Estados Unidos, según el último informe del Grupo de Trabajo Ambiental (EWG), que recopila datos de casi 50,000 empresas de suministro del vital líquido en todo el país desde 2014.
De acuerdo con el EWG, organización estadounidense enfocada en soluciones medioambientales, los compuestos detectados pertenecen en su mayoría a las llamadas sustancias perfluoroalquiladas (PFAS, por sus siglas en inglés), que pueden permanecer por mucho tiempo en el agua potable.
La que la organización calificó como "coctel tóxico invisible" incluye pesticidas, plomo, arsénico, subproductos de desinfección, elementos radiactivos (uranio y radio), nitratos y "muchas otras sustancias que se encuentran a menudo en el agua potable en niveles potencialmente inseguros".
En este sentido, la población estadounidense que consume agua del grifo recibe una dosis de “contaminantes industriales o agrícolas" que podrían generar enfermedades como el cáncer, daños al sistema nervioso y al cerebro, además de problemas de fertilidad y trastornos hormonales. En 2019 la EWG encontró más de 20 cancerígenos en niveles que podrían poner en riesgo al público; sin embargo, "cumplía con los estándares federales".
Al respecto Tasha Stoiber, científica principal del EWG, dijo que las regulaciones en EU no son "lo suficientemente fuertes. El sistema de agua del grifo de EU está lleno de infraestructuras anticuadas y de una contaminación galopante de las fuentes, mientras que las regulaciones obsoletas de la EPA, que a menudo se basan en una ciencia arcaica, permiten niveles excesivos de químicos tóxicos en el agua potable".
En el 2000 la EPA estableció el límite legal para un contaminante del agua potable, y desde entonces el vital líquido se ha visto contaminado por tóxicos emergentes. Según el organismo, son las "comunidades de bajos ingresos y desatendidas" las que, por lo general, padecen las consecuencias.
En respuesta, la EWG llama a crear nuevos "estándares federales de calidad del agua más estrictos y una inyección masiva de fondos para mejorar la infraestructura" a fin de proteger mejor la salud pública. Por ello, el organismo clasificó varios contaminantes basándose en datos científicos recientes, los cuales pueden ser consultados en su página web. Además, aconseja a la ciudadanía usar filtros de agua para reducir los niveles de muchos de ellos.