Marko Cortés, mentor de fracasados

Marko Cortés, mentor de fracasados

Todos en algún momento de nuestra vida buscamos un mentor. Esa persona exitosa que por lo regular se desarrolla en el mismo ámbito profesional que nosotros.

 

El objetivo es absorber todo el conocimiento necesario que nos lleve al éxito, siempre con las bases que nos deja el referido mentor.

 

Pero qué pasa cuando ese mentor es un personaje que tiene la derrota y el fracaso tatuado en la frente, provocando que la mediocridad sea un “gusto” adquirido y que no se puede dejar de lado.

 

Pues esto precisamente sucede con Genoveva Huerta Villegas, que tiene como principal mentor (a conveniencia, tal vez) al único presidente nacional de la historia del PAN que ha augurado derrotas para su partido.

 

Sí, amable lector, Marko Cortés se ha colocado en estos momentos como el peor enemigo de los ánimos del panismo nacional y por supuesto poblano, esto al dejar de manifiesto que en 2022, si bien les va, los panistas solo festejarán una victoria electoral en Aguascalientes.

 

La mediocridad mostrada por Marko Cortés no debería sorprendernos, pues siempre se ha mostrado como un dirigente tibio que busca comandar una oposición inexistente.

 

Lo que realmente debe sorprendernos es que existan panistas que confíen ciegamente en él y lo tomen como ejemplo, caso concreto Genoveva Huerta Villegas.

 

Y es que no debemos olvidar cómo Huerta Villegas tiró la toalla en las elecciones extraordinarias de 2019 y las de 2021, centrando sus esperanzas en alcanzar mediocremente un porcentaje de votos que le confirmara su espacio como diputada federal.

 

Si es que Genoveva Huerta logra reelegirse como presidenta estatal del PAN, el camino que seguirá seguramente será el mismo de Marko Cortés, sobre todo en 2024, donde se juega la gubernatura de Puebla.

 

En caso de que el candidato en ese momento no sea alguien con fuerza suficiente para enfrentar a MORENA, entonces Huerta Villegas hará lo mismo que hizo con Enrique Cárdenas en 2019: dejar morir solo a su abanderado.

 

Fracaso llama fracaso y tener un mentor como Marko Cortés es sin duda una sentencia de muerte para las aspiraciones panistas. Claro, si es que Genoveva Huerta repite en el cargo.