
Por primera vez en lo que va de su gobierno, el presidente Andrés Manuel López Obrador decidió acudir a una cumbre internacional de las Naciones Unidas, donde hizo gala de un discurso humanista en el que mostró supuesta preocupación por los pobres y desposeídos.
López Obrador no solo se quejó de la mala distribución de las vacunas contra el COVID-19, sino que además propuso que la población rica entregue el 4% de su fortuna; no obstante, esta preocupación con los menos favorecidos se viene abajo con la realidad que vive México.