
China espera que su primer fármaco contra el COVID-19 sea autorizado para comenzar a distribuirlo a partir de diciembre. El tratamiento se basa en el uso de anticuerpos monoclonales capaces de neutralizar el virus. Tiene una eficacia del 78%.
Según informa el diario Global Times, la investigación para desarrollar este tratamiento se lleva a cabo en conjunto con la Universidad Tsinghua, el Hospital Popular Número Tres de Shenzhen (sureste) y la compañía Brii Biosciences, que cuenta con sede central tanto en China como en Estados Unidos.
Para desarrollar este medicamento Zhang Linqi, profesor de la Escuela de Medicina de la Universidad Tsinghua, explicó que el cuerpo humano “produce una gran cantidad de anticuerpos; pero no todos ellos tienen eficacia antiviral. Nuestra investigación tiene como meta seleccionar los más fuertes para que puedan ser empleados en forma de fármaco para tratar a pacientes infectados".
Según explicó el experto, el fármaco serviría para tratar casos leves o moderados de COVID-19, ya que se ha demostrado una reducción de hasta 78% en las hospitalizaciones y muertes por la enfermedad durante una tercera fase de ensayos clínicos en EU, Brasil, Sudáfrica, México, Argentina y Filipinas.
Respecto a China, hasta el momento el fármaco, aún en etapa experimental, ha sido administrado a más de 700 pacientes que contrajeron la enfermedad durante la reciente y todavía activa ola de rebrotes en el país asiático.
Además de este fármaco, la farmacéutica Sinopharm -productora de dos vacunas contra el coronavirus que se aplican en varios países- investiga una terapia basada en el plasma de pacientes recuperados, cuyos ensayos clínicos comenzarán en breve en Emiratos Árabes Unidos. En tanto que la biotecnológica Kintor trabaja en una tercera fórmula que está en fase de pruebas.
De acuerdo con cifras oficiales, China acumula 98,337 contagios de COVID-19 y 4,636 fallecimientos. Las autoridades mantienen una política de "tolerancia cero" y han ordenado un estricto cierre de fronteras y la aplicación de duras medidas de contención y restricciones de movilidad cada vez que se detectan rebrotes en el país.