El Gobierno de Francia anunció hoy nuevas medidas en un intento por frenar el creciente número de casos de coronavirus de la quinta ola registrada en el país.
El Gobierno ordenó el cierre de centros nocturnos durante cuatro semanas a partir de este fin de semana, amplió el uso obligatorio de mascarillas a las escuelas, exhortó a los negocios a alentar el trabajo a distancia y abrió su programa de vacunación contra la COVID-19 a los niños.
El primer ministro francés, Jean Castex, dijo después de reunirse con el Consejo de Defensa y Seguridad Nacional que su Gobierno busca "mantener e incluso ampliar y fortalecer" el escudo de vacunación que actualmente protege a la población.
Castex reiteró su llamado a la población para que se vacune, acepte una dosis de refuerzo de la vacuna contra la COVID-19 y cumpla con las medidas de prevención.
En Francia, las personas de 65 años o más pueden recibir su dosis de refuerzo sin necesidad de hacer cita, dijo.
De acuerdo con las cifras más recientes, 51 millones de ciudadanos franceses tienen el esquema de vacunación completo.
En las escuelas del país, el Gobierno reforzó el protocolo sanitario pues en menos de 24 horas, el Ministerio de Educación reportó 6.261 nuevos casos de COVID-19 en niños de entre seis y 10 años.
En consecuencia, el uso de mascarillas se vuelve otra vez obligatorio en las escuelas tanto en interiores como en exteriores y las actividades al aire libre también serán restringidas.
Castex dijo que los niños frágiles podrán recibir la primera dosis de la vacuna a partir del 15 de diciembre y que la vacunación voluntaria de todos los niños comenzará antes de fin de año.
Actualmente el Gobierno está exhortando a las empresas a asegurarse de que el trabajo a distancia siga siendo una opción para los empleados al menos dos o tres días a la semana.
