
Unos 23 millones de personas en Afganistán sufren una gran hambruna, dijo el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), Filippo Grandi, en una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU.
"En Afganistán viven 39 millones de personas y 23 millones de ellas enfrentan niveles extremos de hambre", afirmó Grandi, al agregar que los afganos también sufren falta de viviendas y agua potable, así como servicios de salud deficientes.
Según Grandi, unos 3,5 millones de ciudadanos abandonaron sus hogares debido al conflicto, entre ellos 700.000 solo en los últimos meses.
Afganistán se sumergió en el caos tras la caída del presidente Ashraf Ghani el pasado 15 de agosto.
El movimiento talibán (está bajo sanciones de la ONU por actividad terrorista) tomó el poder poniendo fin a dos décadas de conflicto armado con el Gobierno que era apoyado por Estados Unidos y otros países de la OTAN.
A principios de septiembre, los talibanes formaron un gobierno interino, sin ninguna mujer e integrado mayoritariamente por pastunes y partidarios de la línea dura. La mitad de los miembros del gabinete, que iba a ser "inclusivo", según las promesas iniciales, figuran en la lista del Comité de Sanciones 1988 del Consejo de Seguridad de la ONU.