
Derek Chauvin, el expolicía de Minneapolis, que asfixió hasta la muerte al afroamericano George Floyd en 2020, reculó de sus primeras declaraciones de "no culpable" y se asumió como responsable de violar los derechos civiles de su víctima, a quien sofocó bajo su rodilla en un cuestionado procedimiento policial. Con esta aceptación el asesino se libra de otro juicio.
El ahora autoinculpado cumple una sentencia de prisión tras ser acusado por el asesinato de Floyd; en mayo de este año fue señalado de dos cargos federales individuales de "privación de derechos bajo la apariencia de la ley".
La aceptación de culpabilidad fue una estrategia de Chauvin para sortear otro juicio de alto perfil, ya que un jurado estatal lo condenó este año por asesinato y homicidio involuntario de George Floyd.
De acuerdo con NBC News, los fiscales federales dijeron a Paul Magnuson, juez federal de distrito, que el asesino aceptó declararse culpable de usar fuerza excesiva sobre el ciudadano afroamericano.
Además del asesinato de Floyd, el expolicía se declaró culpable de privación de sus derechos civiles a un joven de 14 años en septiembre de 2017. Aquella ocasión también se declaró inocente.
Por el asesinato de Floyd, una corte estatal sentenció a Chauvin a 22 años y medio de prisión. Los hechos sucedieron el 25 de mayo de 2020. La muerte de George motivó la indignación de la población estadounidense que derivó en marchas y protestas para que se castigará al homicida.