
La llegada al poder de Kim Jong-un, líder supremo de Corea del Norte, coincide con la muerte de su padre, Kim Jong-il, y respecto a esta última fecha en todo el país se ha ordenado duelo generalizado, por lo cual nadie puede reír ni beber alcohol ni ningún otro tipo de felicidad o señal de alegría.
De acuerdo con Infobae, fuentes norcoreanas revelaron a la Radio Free Asia (RFA), que a propósito del décimo aniversario luctuoso de Kim Jong-il, las personas tienen prohibido reír, beber alcohol o practicar actividades de ocio que puedan denotar un acto de festejo o esparcimiento.
Por estos 10 años del fallecimiento de Kim Jong-il, la conmemoración se extenderá hasta 11 días, cuando los periodos de duelo anteriores duran una semana,
Asimismo, la fuente de RFA informó que mañana no se les permitirá a los ciudadanos ni siquiera ir de compras: será un feriado total, incluso los agentes de seguridad tienen órdenes de vigilar a las personas que no se muestren afectadas por el luto.
La citada cadena también informó que en anteriores conmemoraciones a las personas que eran sorprendidas bebiendo o intoxicadas durante el periodo de luto eran arrestadas y tratadas como “criminales ideológicos”.
Kim Jong-il, hijo del fundador de Corea del Norte, gobernó desde 1994 hasta 2011, cuando murió de un paro cardiaco a los 69 años. Entonces el cargo quedó en manos de su tercer y más joven hijo, Kim Jong-un. En sus primeros ocurrió la hambruna que resultó en cientos de miles de muertes.
Ahora Corea del Norte enfrenta múltiples sanciones internacionales por mantener su programa de armas nucleares y misiles balísticos; además la población ha padecido escasez crónica de alimentos. Aunado a ello, el país registra a su peor crisis económica en años, impactada por el autoimpuesto bloqueo por el COVID-19.