.gif)
En las últimas semanas, México ha vivido una supuesta “estabilidad” en cuanto a contagios y muertes derivadas del COVID-19, situación que ha provocado una apertura desordenada que puede traer graves consecuencias a futuro.
Lo anterior es alentado por el Gobierno Federal, que en voz del subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell Ramírez, ha minimizado en todo momento las alarmantes cifras que mantiene México en la pandemia.
Al principio de la crisis sanitaria, López-Gatell aseguró que llegar a las 60,000 muertes por COVID-19 sería un escenario catastrófico para México, afirmando que no se alcanzaría este número.
El tiempo demostró que los pronósticos de López-Gatell fueron muy equivocados, pues no pasó mucho tiempo para que México superara las 60,000 muertes por COVID-19, sumando hasta ahora poco más de 298,000 defunciones.
Es decir, la cifra catastrófica planteada por Hugo López-Gatell será quintuplicada en los próximos días, demostrando que la estrategia federal para atacar la pandemia fue un rotundo fracaso de graves proporciones.
Las fiestas decembrinas y los discursos triunfalistas del Gobierno Federal han provocado que pocas personas volteen a ver las alarmantes cifras que se tienen de muertes por COVID-19 en México.
La desobediencia social promovida desde el Gobierno de México está provocando que aún se sigan reportando alrededor de 200 muertes diarias, lo que podría aumentar con la llegada de la variante ómicron a nuestro país.
La realidad deja ver la manera en la que se ha equivocado el Gobierno Federal en el combate al COVID-19, provocando cifras de escándalos en cuanto a contagios y sobre todo, muertes.
