
Un brote de COVID-19 arruinó las vacaciones de alrededor de 3,000 pasajeros, la mayoría alemanes, quienes viajaban a bordo de un crucero con destino a las Islas Canarias, pues tras detectar los primeros casos tuvieron que desembarcar en Lisboa, Portugal, para ser atendidos y repatriados a su país.
De acuerdo con Diogo Vieira Branco, jefe de la policía marítima de Lisboa, los primeros pasajeros que dieron positivo en el AIDAnova, de fabricación alemana, fueron llevados en autobús con destino al aeropuerto de Lisboa antes del amanecer. El resto de los visitantes será trasladado durante el transcurso de este día.
Según informaron las autoridades portuguesas, en el crucero viajaban 2.844 turistas y 1,353 miembros de la tripulación (tiene capacidad para 5,200 personas), y llegó a Lisboa tras atravesar el puerto de La Coruña, en el noroeste de España. Su destino eran las Islas Canarias, después de pasar por la isla portuguesa de Madeira.
La agencia AFP informó que los primeros contagios fueron confirmados el miércoles, por lo cual el operador AIDA Cruises Sunday decidió suspender el viaje por “la seguridad y la salud de sus huéspedes y de la tripulación”. Además, hoy el buque registró 68 casos positivos, 60 de ellos entre la tripulación.
Por su parte, el jefe de la policía marítima de Lisboa informó que las personas infectadas son asintomáticas o presentan síntomas leves. La mayoría fue aislada y cumple cuarentena en hoteles de Lisboa.
Asimismo, Viera Branco dijo que todavía no se sabe cuándo saldrá el crucero, sin pasajeros, del puerto luso, aunque auguran que podría ser entre el 4 y el 5 de enero. Sin embargo, las personas no infectadas han podido visitar la ciudad.
Por último, el 31 de diciembre, Graça Freitas, directora general de Salud de Portugal, confirmó que se habían confirmado casos de coronavirus en el barco; sin embargo, la evolución era “positiva”.