
Imran Muhammad Hujayrat, de cuatro años, murió el jueves después de que le dispararan en la aldea norteña de Bir al-Maksur, presuntamente tras ser alcanzado una bala perdida desde un sitio de construcción a unos 300 metros de distancia, informó la Policía israelí.
El niño estaba en un patio de recreo cuando le dispararon, y un testigo no identificado le dijo al canal 12 que el niño recibió el disparo frente a su madre.
La Policía dijo que se estaba llevando a cabo una persecución de los sospechosos del tiroteo.
Entretanto, el ministro de Seguridad Pública, Omer Barlev, responsable de la Policía, dijo que fue "desgarrador" enterarse de la muerte de Hujayrat y prometió que "no descansarán hasta que los hombres armados sean llevados ante la justicia".
"Lucharemos contra el crimen y la violencia que están dañando sin piedad al público árabe", tuiteó.
El niño fue llevado al Centro Médico Rambam en la ciudad de Haifa para recibir tratamiento y un equipo médico declaró su muerte debido a lesiones en la cabeza y el cuello.
En los últimos años las comunidades árabes han experimentado un aumento de la violencia, impulsada principalmente, pero no exclusivamente, por el crimen organizado.