
El telescopio espacial más potente de la historia, el James Webb, ha logrado un nuevo hito en su camino a escribir la historia, pues ha finalizado su despliegue poco más de dos semanas después de haber sido lanzado.
Y es que el 8 de enero el telescopio abrió la segunda de sus dos alas espejo, marcando así el final de su despliegue final. Lo que se puede observar en el video, mostrado por el control de operaciones de la misión, ubicado en Baltimore, es una animación basada en la telemetría enviada por los sensores del telescopio en tiempo real.
Two weeks after launch, @NASAWebb has hit its next biggest milestone: the mirrors have completed deployment and the next-generation telescope has taken its final form.
— NASA (@NASA) January 8, 2022
Next up for Webb? Five months of alignment and calibration before we start getting images: pic.twitter.com/BOj5O1HS37
Antes de ello, el telescopio realizó una secuencia de unas operaciones complejas, entre las cuales estaba también el despliegue de su escudo solar, que tiene el tamaño de una pista de tenis. Este consiste de cinco capas extremadamente finas de kapton recubiertas de aluminio, para poder así proteger las partes sensibles del telescopio del calor generado por los rayos solares.
El telescopio James Webb ha sido creado por la NASA en cooperación con la Agencia Espacial Europea (ESA) y la Agencia Espacial Canadiense. Su desarrollo duró unos 20 años, e hicieron falta otros cinco años más para realizar todas las pruebas necesarias antes de lanzarlo al espacio. Su coste total asciende a unos 10,000 millones de dólares.
A diferencia de su antecesor, el célebre Hubble, el James Webb realizará observaciones en el espectro infrarrojo, que le permitirá mirar más profundo en el universo y realizar hallazgos nunca antes vistos.