
Autoridades de Caerphilly, Gales, detuvieron a una madre y a su hijo por traficar cocaína en su vecindario. La mujer fue sentenciada a 30 meses de prisión, mientras que su vástago, a pesar de ser hallado culpable del mismo delito, evadió la cárcel por ser considerado solo un intermediario, ya que solo entregaba la droga. En el caso hubo una tercera persona involucrada.
De acuerdo con el portal 20 minutos, la mujer, identificada como Julie Smith, de 53; su hijo, Robbie Smith, de 23 años, así como George Medcraft, un vecino de 19 años, fueron condenados por el mismo delito, aunque solo la fémina pasará 30 meses en prisión, pues la justicia consideró a Julie como la cabecilla de la operación.
En el juicio la mujer se declaró culpable y confesó que decidió a traficar tras años de ser una adicta a la cocaína. Por ello comenzó a vender la droga, invirtiendo ella "una gran cantidad de su propio dinero".
Poco después Medcraft, de entonces 18 años, se unió a la mujer tras abandonar su casa y acumular "una importante deuda" con otro traficante de drogas. En el juicio, el joven fue descrito como alguien "vulnerable" que tenía un futuro "prometedor" antes de ser descubierto por la policía.
Asimismo, las autoridades precisaron que Robbie, hijo de Julie, trabajó para su madre como mensajero o transportista, y solo llevaba los paquetes que ya habían sido pagados, por lo cual no participaba de manera activa en la venta, hecho que lo libró de la cárcel.
En este sentido, su participación fue señalada como "menor", frente al papel "significativo" de su madre y Medcraft. Por ello, Julie debe ingresar de inmediato a prisión, en tanto que Medcraft debe asistir a 15 sesiones de rehabilitación y 180 horas de trabajo no remunerado.
Sin embargo, Robbie debe comprometerse a la desintoxicación y hará 130 horas de trabajo comunitario, pues se le calificó con una "perspectiva real" de rehabilitación. Lo mismo deberá hacer Medcraft.