Hana Horka, antivacunas y vocalista de Asonance, una banda checa de música folk, falleció el domingo a sus 57 años tras contagiarse, a propósito, de COVID-19, pues de esa manera obtendría por parte de las autoridades un pase de salud que le permitiera ingresar al sauna y al teatro.
En entrevista para la radio pública iRozhlas.cz, Jan Rek, hijo de la cantante fallecida, dijo que Hana Horka, su madre, se expuso voluntariamente cuando su esposo y su hijo, ambos vacunados, dieron positivo en diciembre pasado. Su objetivo era tener un pase sanitario tras superar la enfermedad, ya que no quería ser inmunizada.
“(Hanna) Decidió seguir viviendo normalmente con nosotros y prefirió contraer la enfermedad que vacunarse”, dijo su hijo Rek.
Dos días antes de morir, Hanna publicó en redes sociales: “Sobreviví... Fue intenso. Así que ahora habrá teatro, sauna, un concierto y un viaje urgente al mar”. Sin embargo, una tarde salió a caminar y a su regresó comenzó a quejarse de dolor de espalda y poco después falleció asfixiada en su cama, reveló su hijo.
Tras la muerte de su madre, Rek culpó a un movimiento antivacunas local, pues afirma que los líderes la habían convencido de rechazar la inmunización y tenían “sangre en las manos”. Además, dijo: “Sé exactamente quién la influyó. Me entristece que creyera más en los extraños que en su propia familia”.
El plan de Hanna responde a que en República Checa se exige estar vacunado o una prueba de que se superó recientemente el COVID-19 para ingresar a eventos culturales, deportivos, viajar y visitar bares.
El también llamado “pase Covid” es exigido ante el incremento considerable de contagios en toda Europa debido a las variantes ómicron y delta. Sin embargo, en República Checa y otros países la medida ha generado una reacción contraria entre los antivacunas, quienes prefieren contagiarse antes que recibir el antígeno.
