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En solo dos semanas, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, pasó de un nuevo contagio de COVID-19 a un cateterismo por un problema cardiaco, lo que levantó dudas sobre el estado de salud del mandatario.
Aunque este sábado el titular del Ejecutivo emitió un mensaje en video afirmando que estaba bien, hay muchos cuestionamientos sobre la verdadera condición de salud que tiene el mandatario en la actualidad.
Ante este tipo de dudas, el presidente habló sobre un supuesto “testamento político” que tiene en caso de que fallezca antes de que termine su periodo como mandatario, algo que comenzó a levantar sospechas en muchos mexicanos.
Y es que López Obrador señaló que en este “testamento político” se establece la línea que tendría que seguir el país para consolidar la llamada “cuarta transformación”, dando a entender que se debe seguir una serie de lineamientos convenientes al grupo político del presidente.
Expertos en materia constitucional señalan que este “testamento político” podría generar inestabilidad en México, pues da a entender que no se seguiría lo que marca en estos momentos la Constitución Mexicana.
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Respecto a las funciones y responsabilidades del Poder Ejecutivo Federal, la Constitución establece que “en caso de falta absoluta del Presidente de la República, en tanto el Congreso nombra al presidente interino o substituto, lo que deberá ocurrir en un término no mayor a sesenta días, el Secretario de Gobernación asumirá provisionalmente la titularidad del Poder Ejecutivo”.
Es decir, Adán Domínguez se convertiría en presidente interino. No obstante, lo realmente importante es el proceso para designar a un nuevo presidente, pues de acuerdo a la Carta Magna hay dos escenarios posibles.
Primero, si el presidente fallece antes de cumplir dos años en el mando, que no es el caso de López Obrador, el Congreso de la Unión deberá expedir en un máximo de 10 días una nueva convocatoria para elecciones extraordinarias para elegir a un nuevo presidente para los próximos 4 años.
El otro escenario establece que si el presidente fallece después de estar dos años al frente del Gobierno Federal, entonces el Congreso se convierte en un Colegio Electoral que designará, en un plazo de 10 días, a quien ocupará el cargo de presidente de México en el resto del sexenio.
Por este motivo, el “testamento político” de López Obrador ha despertado muchas dudas y sospechas, pues no sería raro que en un futuro se busque una reforma constitucional para cambiar la manera en la que se elegiría a un nuevo presidente en caso de muerte del que está en funciones.
Hasta que no suceda algo como lo anteriormente mencionado, el “testamento político” de López Obrador podría tomarse como inconstitucional.
