Un México violento y fanático, imagen de aficionados de Rayados al mundo

Un México violento y fanático, imagen de aficionados de Rayados al mundo

Foto: Twitter

México es un país que en los últimos años carga una mala imagen ante el extranjero por los actos de violencia extrema que aquí ocurren, que van desde ejecuciones del crimen organizado hasta feminicidios.

 

La mala imagen de nuestro país es difícil de combatir, pese a que se hacen esfuerzos por demostrar que México tiene también cosas buenas que presumir al mundo y no todos los mexicanos son sicarios, narcotraficantes o violentadores de mujeres.

 

Desafortunadamente hay otros mexicanos que se han encargado de poner en mal el nombre de nuestro país ante ojos internacionales, ejemplo son algunos aficionados a los Rayados de Monterrey que acompañan a su equipo en el Mundial de Clubes, en los Emiratos Árabes Unidos.

 

Tras la derrota de Monterrey en la segunda ronda de este certamen, lo que deja a los regios con la única posibilidad de obtener la quinta posición de la justa, aficionados de Rayados encabezaron una lamentable protesta que hace apología a la violencia.

 

Y es que a estos fanáticos se les ocurrió dejar afuera del hotel de concentración de Monterrey cuatro hieleras con fotografías de los rostros del entrenador Javier Aguirre y directivos de Rayados, simulando que fueron decapitados.

 

En estas fotos se pueden ver a estos personajes con heridas en el rostro y con sangre simulada en el cuello, acción que por lo regular se da en las ejecuciones de grupos criminales del narco mexicano.

 

La imagen que dejan estos aficionados fortalece la idea de que México es un país donde la violencia es una “costumbre”, al grado que un tema deportivo se toma como motivo para amenazar de muerte a entrenadores, directivos y jugadores.

 

Hasta el momento, la directiva de Monterrey, aficionados, Gobierno de México o la embajada han dado una postura sobre este lamentable hecho.

 

Lo cierto es que además de hacer apología a la violencia, esta absurda protesta de aficionados al Monterrey demuestra que el fanatismo al futbol es peligroso y convierte una actividad de sana convivencia en un riesgo mortal.

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