
El primer ministro de Australia, Scott Morrison, volvió a pedir a los australianos que se encuentran en Ucrania que salgan de este país de la antigua URSS ante la amenaza de un conflicto armado.
"Nuestro consejo es muy claro: es una situación muy peligrosa y por su propia seguridad deben tratar de salir de Ucrania", dijo Morrison a la prensa, dirigiéndose a los australianos que de momento están en Ucrania.
El 7 febrero, al cierre de la reunión del Comité de Seguridad Nacional, Morrison también llamó a los australianos que se encuentran en Ucrania a abandonar este país, una declaración que se produjo en medio de las similares por autoridades de otros países.
El 31 enero la embajada de Australia en Kiev asimismo alentó a los australianos a irse de Ucrania sin dilaciones.
Ucrania y países occidentales últimamente dicen estar preocupados por la supuesta intensificación de la actividad militar rusa cerca de la frontera ucraniana, que interpretan como preparativos para una posible invasión.
Rusia rechaza esas sospechas y acusa a la Organización del Tratado del Atlántico Norte de incrementar la actividad militar cerca de sus fronteras, viendo en ella una amenaza para su seguridad nacional. También defiende el derecho a mover fuerzas dentro de su propio territorio según lo estime conveniente.
El Ministerio de Exteriores de Rusia calificó como ridículas, y al mismo tiempo peligrosas, las declaraciones de Occidente sobre la "agresión rusa" y su disposición de ayudar a Kiev a contrarrestarla.