
El acuerdo extrajudicial alcanzado por el príncipe Andrés, duque de York, en la demanda por su presunto abuso sexual de una menor de edad “no resuelve” el problema reputacional que el escándalo está causando a la reina Isabel y resto de la familia real británica, advierte a Sputnik el analista Stuart Thomson.
"El problema con el acuerdo es que no hace desaparecer el asunto y deja cuestiones que la familia real debe responder", sostiene el director en Asuntos Públicos de la firma legal BDB Pitmans.
El duque de York cerró un trato con su acusadora, Virginia Giuffre, que le librará de sentarse en el banquillo de acusados en un escandaloso juicio público, previsto inicialmente en Nueva York para la segunda mitad de 2022.
El procedimiento civil amenazaba con embarrar el Jubileo de Platino por los 70 años de reinado de su madre, Isabel II, lo cual pudo contribuir al arreglo publicado esta semana.
Andrés no se reconoce culpable de la violación y otros actos sexuales que le atribuye Giuffre cuando ella tenía 17 años, pero admite que la ahora madre de tres hijos es una "demostrada víctima de abusos".
"Demuestra que incluso instituciones históricas y tan queridas como la familia real han de pensar en su reputación", observa el asesor en cuestiones públicas.
La indemnización prometida a Giuffre por el príncipe no se desveló, pero puede rondar entre los 10 y 16 millones de libras (12 a 18 millones de euros), según estimaciones de medios británicos.