Se agudiza la crisis en Afganistán: habitantes venden sus órganos para no morir de hambre

Se agudiza la crisis en Afganistán: habitantes venden sus órganos para no morir de hambre

Foto: Pixabay

Desde que los talibanes regresaron al poder, Afganistan ha estado en una profunda crisis económica que, aunada a las sequías, ha desencadenado una hambruna. Su población ya desesperada, ha optado por recurrir a métodos drásticos: la venta ilegal de órganos.

 

Nooruddin es uno de los tantos hombres afganos que, desempleado y agobiado por las deudas, vendió su riñón a un lugar desconocido y ahora se arrepiente totalmente: "No me quedaba otra opción. Debía hacerlo por el porvenir de mis hijos, pero ahora no puedo trabajar. Siento dolores y no puedo casi levantar peso", comentó.

 

Su operación se llevó a cabo en Herat, la ciudad más pobre del país a la que cientos de habitantes -y extranjeros- recurren para buscar dinero fácil. 1,500 dólares es la suma que muchos de los pacientes reciben después de extraerse algún órgano que viaja a un país desconocido.

 

Los médicos fingen no conocer la transacción económica y por medio de intermediarios, estos órganos llegan a países desarrollados en donde la venta de estos está prohibida. Por lo general, quienes buscan este servicio son familiares de los donantes.

 

“No hay una ley que controle la venta o donación de órganos, aunque es necesario el consentimiento del donante. Este se registra por escrito y en video y en ningún momento indagamos de dónde vienen paciente”, explica el profesor Mohammad Wakil Matin, excirujano en Mazar-i-Sharif.

 

Al ser un procedimiento clandestino, muchas de las personas que se someten a esta extracción no llevan un seguimiento médico o algún tiempo de recuperación, por lo que termina siendo más contraproducente de lo que creen. Después de la operación, Nooruddin y su familia dependen del dinero obtenido por su hijo mayor, de 12 años, que lustra zapatos por las calles por menos de un dólar diario.

 

Según cifras de la ONU, casi 23 millones de afganos (55% de la población) padecen hambre extrema durante este invierno y, en un país amenazado por los constantes conflictos bélicos, parece no existir una pronta solución.

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