Después de que las autoridades descubrieran un múltiple homicidio en una iglesia de California, algunos datos del crimen salieron a la luz: además de una orden de restricción impuesta cinco años atrás, David Fidel Mora Rojas residía ilegalmente en Estados Unidos.
El homicida, de 39 años, era originario de México y después de que su visa en California expirara el 17 de diciembre del 2018, no volvió a las oficinas de inmigración para darle seguimiento a su caso.
Según el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE), Mora había sido detenido una semana antes de los hechos por agredir a un policía del condado Merced y conducir en estado de ebriedad.
Sin embargo, y pese a que el responsable fue encarcelado, las autoridades no reportaron el caso de inmigración al servicio nacional y el acusado salió en libertad. Cinco días después sucedió el tiroteo.
Los hechos ocurrieron en una iglesia de Sacramento durante una visita supervisada que el responsable tenía con sus tres hijas menores de 15 años. El hombre contaba con una orden de alejamiento emitida por su exesposa -madre de las niñas- desde hace 5 años y por ello, cada visita debía realizarse en lugares públicos y con la compañía de un servidor público.
Las autoridades especulan que, ante el miedo de no volver a las menores y ser deportado, el hombre disparó a las víctimas y posteriormente se suicidó ante la presión. Pese a que familiares y conocidos de Mora habían asegurado que no tenía armas, las autoridades aún investigan el caso.
El ICE también ha declarado que será parte de esta investigación para esclarecer el error cometido por parte de las autoridades y vislumbrar las posibles fallas posteriores.
