
Sherri Papini es el nombre de la mujer de 39 años que después de una búsqueda, declaró haber sido secuestrada, torturada y marcada por dos mujeres que la tenían encadenada al armario. Seis años después, la corte decidió arrestarla por hacer declaraciones falsas a un agente de la ley federal: había mentido en todo.
A través de un comunicado de prensa, el Departamento de Justicia de Estados Unidos de California afirmó que, según la investigación, las pruebas halladas no eran suficientes para esclarecer el caso:
"En última instancia, la investigación reveló que no hubo secuestro y que el tiempo y los recursos que podrían haberse utilizado para investigar el crimen real, proteger a la comunidad y proporcionar recursos a las víctimas se desperdiciaron en función de la conducta del acusado", declaró el fiscal federal Phillip A. Talbert.
Panini había sido reportada como desaparecida por su esposo en el 2016 y la ultima vez que la vieron ella estaba corriendo por su vecindario. Tres meses después de una exhaustiva búsqueda, la policía halló a la mujer en la carretera interestatal 5, a unos 225 kilómetros de su casa.
Inmediatamente, las autoridades tomaron su testimonio y buscaron a las 2 mujeres que -según ella- la habían torturado; sin embargo; los investigadores determinaron tiempo después que esto era falso y ella había permanecido en la casa de su exnovio.
Al tener esta hipótesis, se realizaron pruebas de ADN y se descubrió que era cierta, pero al preguntarle a la supuesta víctima, ella lo negaría todo:
“Se le presentó evidencia que demostraba que no había sido secuestrada. En lugar de retractarse de su historia de secuestro, Papini continuó haciendo declaraciones falsas sobre sus supuestos secuestradores”,
La acusada había cobrado más de 30 mil dólares que, según el fiscal, se tendrá que retribuir a la Junta de Compensación de Víctimas de California. Si el juicio en contra de Sherri Panini la determina culpable, ella podrá enfrentarse a 20 años de prisión y una multa por más de 250 mil dólares.