
Rusia logró resistir la presión de las sanciones de Occidente, que han llegado a ser el mayor desafío para su economía en los últimos tiempos, declaró el presidente, Vladímir Putin.
"Es obvio que últimamente el principal factor negativo para la economía (rusa) ha sido otra presión de sanciones de países occidentales que buscaban socavar rápidamente la situación económica y financiera de nuestro país, provocar pánico en los mercados, un colapso del sistema bancario y una escasez masiva de productos en las tiendas", dijo Putin en una reunión dedicada a los temas económicos y sociales.
Subrayó que, sin embargo, "ya se puede decir con seguridad que esta política hacia Rusia ha fracasado".
Al mismo tiempo, el líder ruso destacó que las sanciones tienen efecto negativo para los iniciadores, provocando "el aumento de la inflación y el desempleo, deterioro de la dinámica económica en EEUU y los países europeos".
Las restricciones económicas, continuó Putin, también derivaron en el empeoramiento del nivel de vida y devaluación de los ahorros de los ciudadanos europeos.
El líder ruso también subrayó la necesidad de acelerar la transición a los pagos en rublos y monedas nacionales de los países asociados en el comercio exterior, dadas las dificultades para la logística de las entregas de exportación e importación y obstáculos para realizar los pagos creados por las sanciones.
Numerosos países condenaron la operación militar que Rusia lanzó el pasado 24 de febrero en Ucrania y activaron varias baterías de sanciones individuales y sectoriales que buscan infligir a la economía rusa el mayor daño posible en un intento de presionar a Moscú para que detenga las hostilidades.