Más de 300 asilos en todo Estados Unidos han cerrado o han estado reduciendo sus operaciones desde 2020, se indicó en un reporte de USA Today.
Los asilos que atienden sobre todo a residentes pobres de zonas urbanas y rurales han sido los más duramente afectados, indicó el reporte, el cual agregó que los cierres podrían complicar los esfuerzos de reforma del Gobierno federal para mejorar los niveles de personal.
"Esto es resultado de los valores de nuestra sociedad. Simplemente no valoramos el cuidado de las personas viejas y pobres", dijo Danny Williams, presidente y director general de Eliza Bryant Village, un asilo que ha batallado para mantener sus operaciones durante la pandemia de COVID-19.
"Si hay algo bueno derivado de esto es que se arroja luz sobre las desigualdades del sistema y esto podría influir sobre los encargados de la elaboración de políticas para que tomen algunas medidas", dijo Williams, según informes.
