No siempre el guapo es bueno y el feo es malo

No siempre el guapo es bueno y el feo es malo

Vivimos en un mundo de apariencias donde tratamos a las personas por como las vemos, sin interesarnos en descubrir qué hay en el fondo de cada uno de ellos, privándonos de conocer a personas que realmente valen la pena.

 

Esto se debe a dos efectos estudiados por la psicología: el “Efecto Halo” y el “Efecto Demonio”, que como sus nombres lo dicen causan una percepción que un principio puede parecer buena o mala, pero que resulta ser lo contrario.

 

Es un hecho que las personas guapas, que están en el “Efecto Halo”, son tratadas de manera especial porque su atractivo provoca que la gente piense que son buenas, aunque muchas veces terminan siendo de lo peor.

 

En cambio, en el “Efecto Demonio” están esas personas poco atractivas o consideradas feas, que por su apariencia física son discriminadas y muchas veces se les hace a un lado en la sociedad, pese a que sean buenas personas.

 

Estudios demuestran que las personas poco atractivas tienen mucho menos oportunidades en la vida y por lo regular son relegadas a trabajos menores donde pueden estar encerrados, sobre todo en empresas donde la imagen es todo.

 

Por este motivo, debemos aprender a conocer a las personas más allá de su apariencia física, pues no todos los guapos son buenos ni todos los feos son malos.

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